Les confieso que, además de la cafeína, había otra cosa que me quitaba el sueño del café. Y, como para combatir la ignorancia hay que empezar por uno mismo, me informé correctamente sobre el tema. Y es que verán, en Japón, tomar café es una odisea. En España estaba acostumbrado a entrar el bar Pepe, o la cafetería Amistad, ustedes ya me entienden; pero, en Japón, casi todas pertenecen a alguna cadena (Starbucks, Veloce, Excelsior, Choco Cro, Café de Crie... ) y tienen tarjeta de puntos y cosas por el estilo. Tal vez occidente tienda poco a poco hacia esto, pero aquí viene de lejos. Cada una de las marcas tiene sus propios productos estrella (el café con leche de soja de Dotour, el Chai latte de Choco cro... son algunos de mis preferidos), a veces con nombres pintorescos o exóticos según el país de moda del momento, por lo que no me sorprendía que en algunos sitios tuviera que pedir Café au lait (que en el silabario japonés se escribe OLÉ, tal cual, y queda de lo más flamenco) y, en otr...