Luke, soy tu conejo.
Desde que empezó la moda del eufemismo alegre y lo políticamente correcto, el ejército ya no es lo que era. Aunque sea el interestelar. Lo digo porque, viendo escaparates por Higashinakano, parece ser que Darth Vader ha querido adaptarse a los tiempos y suavizar su imagen, por lo que se ha condecorado con unas preciosas orejas de conejo en el casco que ríase usted de los vikingos.
Dan ganas de ponerle un piso.
Dan ganas de ponerle un piso.
En cualquier caso hay que reconocer que la fuerza le acompaña. Aunque sea la de voluntad.
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