Aparcamiento de bicicletas
A pesar de que el metro es una medida de longitud constante, las distancias (físicas) en Japón se hacen insoportables. Todo el mundo vive lejos del trabajo (y de todo lo demás), por lo que los desplazamientos en tren son el pan de cada día. Pero el efecto donuts, provocado por el precio del suelo, hace que se genere un agujero de viviendas rodeando las estaciones (se rellena con comercios), por lo que llegar hasta allí también tiene su miga (del pan de cada día). Precisamente por las abundantes vías de ferrocarril y el urbanismo alocado de Tokio se producen cantidad de atascos, por lo que no te puedes fiar de los horarios de autobús ni de llegar a tiempo en coche (por no hablar de aparcar). Así que la opción más corriente en los días que no llueve es la bicicleta. Un método rápido, sencillo, ecológico y que sirve como ejercicio (ya he dejado el gimnasio). Suele estar prohibido dejar la bici en cualquier esquina o frente a un establecimiento en el que no te encuentres compra...