
miércoles, noviembre 29, 2006
Quo vadis?

domingo, noviembre 19, 2006
Las batallitas del abuelo



Contra la sed
jueves, noviembre 09, 2006
Spore vol.4 (El amor internacional)
El amor internacional
Hoy en día, con Internet, la Declaración de los Derechos Humanos y los vuelos regulares a cualquier parte del mundo, resulta mucho más fácil sacar adelante una relación entre personas de diferentes nacionalidades de lo que hubiera sido, por ejemplo, para la generación de mis abuelos o, sin ir más lejos, la de mis padres.
No debemos obviar, sin embargo, que las respectivas familias no suelen dar, precisamente, saltos de alegría al enterarse de que uno de sus vástagos es partidario del amor internacional. No ya tanto por desconfianza o recelo hacia los extranjeros (que de todo hay), ni por diferencias sociales o religiosas (que también), ni siquiera por el “qué dirán”, sino sobre todo porque la gran mayoría de las madres desearían que sus hijos vivieran, como mucho, a la vuelta de
Aun así, y como en todo, hay matices y grados. Pocas serán las dificultades que deban afrontar un monegasco y una francesa si las comparamos con las que puedan darse entre, es un decir, un español y una japonesa; o, dado el caso, entre un monegasco y dos francesas...
Y es que, más que en internacional, el peligro se halla contenido en “intercultural”. Cuando el amor ciego va recuperando la vista, cosas como la forma de plegar los calcetines, los horarios de las comidas o el lado de la cama en el que duerme cada uno. se convierten en problemas capaces de dar pie a encendidas discusiones (afortunadamente, no es mi caso).
jueves, noviembre 02, 2006
Juan¿es?
En total habría algo menos de 50 personas, entre las que nos contábamos 5 representantes del sexo masculino, así que al menos 45 eran guapas. Tras el sempiterno presentador japonés de los chistes malos ha aparecido en escena Juanes con el pelo rapado (como yo) acompañado de un guitarrista (bastante bueno) para ofrecer 4 canciones en acústico. Por lo visto, alguien se ha molestado en crear le idea de que en los conciertos de Juanes las chicas han de tirar sujetadores al escenario, pero, como esto es Japón y las chicas son pulquérrimas japonesas, ¡los sacaban de una bolsa! ¡nuevos! ¡limpios! Aparte de que tirar un sujetador al escenario es bastante cutre, tirar uno recién comprado y sin usar es de lo más antifetichista.
Terminado el concierto y tras un ¡SOS!o intercambio de preguntas entre el presentador (aah), Juanes (diciendo lo mismo que dicen todos) y el público (auchs), se ha formado una fila para saludar al colombiano y entregarle sus regalos. Una echaba lagrimitas, otra le apretaba las manos haciendo reverencias, incluso ha habido una que le ha frotado la cabeza (yo llevo el mismo peinado, pero les aseguro que no hay forma de convencerlas...).
Y es que no entiendo eso de perder la cabeza con los famosos (mucho menos con los productos), que son tipos que pueden hacer sus cosas mejor o peor, pero que, en el fondo, son tipos. Una vez le dijo Javier Bardem a una entrevistadora que le tiraba los tejos algo como: "Si yo fuera el panadero de la esquina, tú no me mirarías dos veces". Y qué razón tenía. El nivel de interés (dejando aparte el tema de negocios) de un famoso interesante es equivalente al de un desconocido interesante (y a la parte contratante de la primera parte); y el de cretinismo es el mismo que el de alguien anónimo, aunque el primero sea el doble de peligroso... Que Juanes pueda ser de los interesantes, no lo cuestiono aquí, pero no hay que dejarse engañar. Incluso yo tengo mis defectos. Que ya tenemos cierta edad...
Y menos mal que me he enterado de que su nombre es la abreviatura de Juan Esteban; por un momento, temí que fuera un plural y que hubiera dos. Menudo susto.