Sarna con gusto...
Resulta que, cada año, el canal de televisón Nihon Terebi organiza un telemaratón de 24 horas de televisión solidaria. Nada nuevo en las pantallas españolas, pero como no podía ser de otra forma en Japón, no acaba aquí la cosa.
Paralelamente, se solicita la colaboración de un famoso para que, durante la emisión -o sea, en 24 horas-, corra (o recorra) 100 kilómetros. Por supuesto, en uno de tantos ejercicios de masoquismo tan típicos del pueblo japonés, el corredor no recibe ningún tipo de premio, ni tampoco consigue una donación millonaria para beneficencia. Sin embargo, los japoneses hablan de esfuerzo, superación personal, un logro importante, inspirador, emotivo hasta las lágrimas... pero yo sigo viendo a un pobre hombre que no tenía ninguna necesidad de darse el palizón.
En esta ocasión, el afortunado ha sido Kazuya Maruyama, famoso abogado televisivo de (¡)59 años(!), que ha entrenado durante 4 meses exclusivamente para la hazaña. No vean la imagen que daba el letrado mientras recorría las calles arrastrando los pies mientras era jaleado por la gente... ni un ecce homo. A su lado, un par de representantes del programa (uno de los cuales corría en bicicleta...) y el entrenador, que repite todos los años y que acababa de ser operado de la espalda, donde le habían colocado una pequeña barra de hierro -cosa que no le ha detenido para correr a pesar de que le habían recetado reposo-; no me extraña que, con semejante cita una vez al año, parezca más viejo de lo que es.
Paralelamente, se solicita la colaboración de un famoso para que, durante la emisión -o sea, en 24 horas-, corra (o recorra) 100 kilómetros. Por supuesto, en uno de tantos ejercicios de masoquismo tan típicos del pueblo japonés, el corredor no recibe ningún tipo de premio, ni tampoco consigue una donación millonaria para beneficencia. Sin embargo, los japoneses hablan de esfuerzo, superación personal, un logro importante, inspirador, emotivo hasta las lágrimas... pero yo sigo viendo a un pobre hombre que no tenía ninguna necesidad de darse el palizón.
En esta ocasión, el afortunado ha sido Kazuya Maruyama, famoso abogado televisivo de (¡)59 años(!), que ha entrenado durante 4 meses exclusivamente para la hazaña. No vean la imagen que daba el letrado mientras recorría las calles arrastrando los pies mientras era jaleado por la gente... ni un ecce homo. A su lado, un par de representantes del programa (uno de los cuales corría en bicicleta...) y el entrenador, que repite todos los años y que acababa de ser operado de la espalda, donde le habían colocado una pequeña barra de hierro -cosa que no le ha detenido para correr a pesar de que le habían recetado reposo-; no me extraña que, con semejante cita una vez al año, parezca más viejo de lo que es.
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