Quo vadis?

















En la gloriosa tradición del papel de llegar tarde (que, por cierto, ha estrenado nuevo modelo), Japan Railways tiene otro de esos sistemas simples-pero-eficaces para estudiar los flujos de pasajeros entre estaciones (no les debe de gustar contar los billetes usados). Teóricamente, el papelito que nos daban tras pasar las máquinas canceladoras de la estación de Ikebukuro había que entregarlo a algún empleado en la estación de destino, pero como cada vez soy peor ciudadano, y mi carácter de viejo cascarrabias se va agriando con el tiempo cual botella de vino picado, he preferido entregárselo a ustedes.

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