Viñetas a la brasa

Tendrán que creerme. Shizuka se llevó la cámara a Hiroshima y no pude documentar el evento, pero, el pasado viernes, Frédéric Boilet tuvo la amabilidad de invitarme a una barbacoa en el ático de su estudio. Aparte de disfrutar de las magníficas brochetas de Frédéric, regadas con un vino de Cariñena, se agradeció el viento que corría y nos ayudaba a olvidar la calurosa jornada de 36 grados que se sumaron a la habitual humedad del clima nipón.

Entre los asistentes se encontraban Aurelia Aurita, Hideji Oda, Daisuke Igarashi -que trajo un extraño sake de puerro que estaba exquisito- y el crítico francés Julian Bastide. Siempre es un placer verse rodeado de grandes artistas, y poder hablar con ellos de manga y de lo que no es manga. Boilet odia la Matsuken samba, no le digan que les gusta, ni le regalen el disco, ni le saquen el tema... se arrepentirán.

Como era de esperar, fue algo memorable. Yo ya estoy esperando la próxima.

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