La siesta engorda

Ya saben ustedes que sigo buscando infatigablemente aquellos 10 kilos que perdí desde que me vine a Japón. Una búsqueda infructuosa, debo decir (si alguna señorita está interesada en el Método de adelgazamiento Micko, que se ponga en contacto conmigo).

Hace un par de días, me fui a comer chanco a un restaurante de Ryôgoku. Chanco es lo que comen los luchadores de sumo -y parece que a ellos les funciona-. Aunque seguramente habrá diferentes versiones, lo que yo comí era un cocido de col, zanahoria, lonchas de cerdo y tres albóndigas de pollo; un caldo excelente, por cierto.

Más tarde me enteré de que el truco reside en el estilo de vida que llevan los sumotoris. Nada más levantarse por la mañana, se van a entrenar sin probar bocado, y una vez terminado el ejercicio, les ponen una buena ración de chanco -más grande que la mía-. Acto seguido, tienen que, obligatoriamente, irse a dormir.

Señores, la siesta engorda.

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