Están entre nosotros

En 1614, una delegación diplomática japonesa desembarcó en la costa española para entrevistarse con el Rey. Tras concluir su misión, algunos decidieron quedarse y dieron origen al apellido Japón, cuyos poseedores se hallan concentrados principalmente en la población sevillana (¿se acuerdan del famoso árbitro?) de Coria del río, a cuya página web, llena de curiosidades, les remito para más información: www.ayto-coriadelrio.es.
Ahora me tienen dudando sí, en compensación histórica, debería cambiar mi apellido y pasar a ser conocido como Miguel Ángel España. ¿Ustedes qué opinan?

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