Como niños
Llega el año nuevo y los grandes almacenes de todo Japón preparan cada año para el uno de enero una actualización de los "sobres sorpresa" que tanto han gustado siempre a los infantes (no hablo del ejército, a los otros, los inocentes). Pero aquí es un juego para adultos.
Las "bolsas de la suerte" hacen que se formen largas colas (me refiero a una persona alineada detrás de otra, no es un método efectivo de alargamiento del pene, lo siento) antes de la apertura de los centros comerciales. La cosa está en que se venden unas bolsas cuyo contenido es desconocido, pero que te garantizan que su coste es el doble (o, a veces, muchísimo más) de lo que tú vas a pagar. Así, por 5000 yenes puedes encontrar una plancha que ayer se vendía por 10 000, por 1 000 000 de yenes puedes encontrarte 2 000 000 de yenes en diamantes, o 2 000 000 de yenes en aceitunas rellenas de anchoa. Hay verdaderos especialistas en el tema, porque no todos los grandes almacenes son iguales.
Fíjense en qué técnicas de venta para deshacerse de los excedentes del almacén. Uno compra barato, pero sin saber el qué.
Hay de todos los precios, ¿se animan a jugar?
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