El plátano es sensacional

Loaba el oso Balú las virtudes de esta fruta (probablemente por presiones a Disney del lobby representante de los importadores de plátano a los EE.UU.) y es cierto que en Japón es la más barata, y por ende, seguramente la más consumida, pero eso tiene poco que ver con el tema de hoy.
Sin embargo, muchos chinos no lo ven tan claro según me comentaba hoy mi amigo Ryû, un chino amable, hablador, generoso y que gusta de elogiar la vida en China, donde parece que todo es barato y la gente es maravillosa (aunque ayer un submarino nuclear chino entró en las aguas territoriales japonesas. Eso en política internacional debe de ser como mirarles las bragas a las chicas por debajo de la falda, porque el gobierno japonés se ha enfadado mucho).
Ya hace tiempo que muchos chinos emigran a occidente; sobre todo (y aun habiendo tanto donde elegir) a los EE.UU.. Allí se casan y tienen hijos, que crecen y estudian en el país de acogida, de donde adoptan sus costumbres.
Los chinos residentes en China les llaman "bananas", porque son amarillos por fuera, pero blancos por dentro. Y muchos abuelos advierten a sus nietos emigrantes "¡No te conviertas en un banana!"; y tiemblan de pensar en China convertida en una República Popular Bananera (Popular, gracias a Buda, en el sentido de izquierdas, claro).
Así que, entonces, yo seré como Humpty Dumpty, un huevo.

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