We all live in a pink train, hey!

Una pegatina en la ventanilla nos avisas de que ya tenemos en marcha el, permítanme llamarlo así, "vagón rosa", un vagón exclusivo para mujeres, que incorporan las dos líneas principales de ferrocarriles de la empresa Seibu: la de Ikebukuro y la de Shinjuku en todos los trenes rápidos (exprés o semiexprés, en los locales viaja poca gente y no hay problemas) que estén compuestos de 10 vagones y que tengan prevista la llegada a su destino entre las 7:20 y las 9:20 de la mañana (el resto del tiempo funciona como un vagón normal). En la línea de Ikebukuro es el último vagón, mientras que en la de Shinjuku es el primero (www.seibu-group.co.jp/railways/unyu/women/index.html).

El problema de los chikan, acosadores masculinos que aprovechan el mogollón de los trenes para refrotarse y meter mano a gusto a las mujeres, ha llevado a que se tenga que habilitar un vagón semejante para proteger a las víctimas en la hora de mayor riesgo, cuando el tren parece una lata de sardinas.

Igual es como el unicornio, pero se dice que existen las chijo, la versión femenina de los chikan. A mí, todavía no me ha acosado nadie, tal vez deba cambiar de colonia... Eso sí, espero que no se creen por eso vagones especiales para hombres ni que, por unos cuantos, acabemos por tener que ir segregados en el tren. Uno que es hijo de la escuela pública y mixta.

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