Predicando en el parque de Nara
Foto: Shizuka Shimoyama
El parque de Nara está tomado por los ciervos, que, correteando entre los templos, devienen en un atractivo turístico más. Se habrán emocionado con la foto, pero no es la primera comunión del animalito; simplemente, está degustando una galleta especial para ciervos (el pack 150 yenes) que consigue que no huyan de ti y se dejen tocar. Si tienes una galleta, eres su amo y señor, y se formará a tu alrededor un corro de ciervos cada vez mayor. Algunos, los más dóciles, se dejan tocar sin que les alimentes, pero son minoría.
Yo, tal falto como estoy de amor animal, iba loco con los bichos y casi se me tenían que llevar a rastras, cual ilusionado niño. Y eso que no he visto nunca Bambi.
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