Ambizurdo

No hace mucho me decía un diestro pianista de jazz diestro (entiéndame, toca bien, su mano hábil es la derecha y no es torero) que, para mejorar su destreza en su mano izquierda, y aplicarla a su manera de tocar, desde hacía un tiempo la utilizaba para manejar los palillos (y con gracia, no se crean).

Uno, que desde hace muchos años es ambizurdo, ha decidido seguir el mismo camino, pero adaptado. Cambiar de mano los palillos me supone un salto cualitativo muy grande, así que he empezado por lavarme los dientes con la siniestra. Ya luego me enseñaré a escribir (de infante ya tuve que hacerlo con el brazo derecho escayolado). Aunque yo no pinte (sólo bastos), a Austin Osman Spare le fue bien para recuperar la movilidad en su lado derecho, dicen.

Comentarios

K ha dicho que…
Vale, te deseo suerte en esa empresa, ojalá que pronto logres dominar ambas manos con gran habilidad.

Saludos

Entradas populares de este blog

En el plató

Niebla espesa (más iconoclastia)

Feliz Año del Dragón 2024