Fanta Melón (el gusto es ¿mío?)

Hoy he comido con mi suegro, mañana les cuento por qué. El lugar elegido ha sido un restaurante de la cadena Gusto (leído gasto, entiéndanlo como quieran) en la salida norte de la estación de Ôta en la prefectura de Gunma (poco más de una hora en tren desde el centro de Tokio). Un sitio de batalla para comer deprisa y asistir al evento que nos interesaba. No se esperen grandes platos, pero se podía soportar.




Por algo menos de 200 yenes por persona, tenías la oportunidad de acompañar la comida con barra libre en bebidas light (té, café, refrescos, etc.), así que allá hemos ido: refresco de naranja para mi suegro y yo no he podido resistirme al ver en la máquina Fanta melón (les acompaño una foto del brebaje).




Cómo puede ser que esto no haya llegado a España, me preguntaba. Y mis dudas han quedado resueltas tras el primer sorbo, estaba malísimo. Recuerdo que, años ha, tuve una época nostálgica del Kas manzana que hubo a lo largo de mi infancia. Se me paso en cuanto, por azares del destino, lo volví a probar. Y es que, gracias a la memoria, cualquier tiempo pasado supo mejor.

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