Idiosincrasia
Estas cosas sólo pasan en Japón. La semana pasada, saltó la noticia: una funcionaria del departamento de bomberos de Tokio que mantenía una relación sentimental con un compañero de trabajo casado decidió que el morbo del adulterio no compensaba, y que le prefería viudo y sólo suyo.
A través de una página de internet que ya no está en funcionamiento, contactó con un asesino profesional para que "ejecutara" el trabajo. Sin embargo, los asesinos japoneses no deben de compartir el mismo entusiasmo por el trabajo que el resto de sus compatriotas que se dedican a otros menesteres, pero sí profesaba gran amor por el dinero y no dejaba de pedir más y más como condición previa a su labor.
Nuestra funcionaria, ya harta de esperar y con el bolsillo unos millones de yenes más ligero, no se le ocurrió nada mejor que acudir a la policía para presentar una denuncia contra su asalariado por incumplimiento de contrato. Gran jugada, sí señor.
Así que se prevé que la historia termine con vacaciones a la sombra para dos y un posible divorcio a la vuelta de la esquina. Pero seguro que el amor entre los funcionarios durará para siempre; todo es para bien.
A través de una página de internet que ya no está en funcionamiento, contactó con un asesino profesional para que "ejecutara" el trabajo. Sin embargo, los asesinos japoneses no deben de compartir el mismo entusiasmo por el trabajo que el resto de sus compatriotas que se dedican a otros menesteres, pero sí profesaba gran amor por el dinero y no dejaba de pedir más y más como condición previa a su labor.
Nuestra funcionaria, ya harta de esperar y con el bolsillo unos millones de yenes más ligero, no se le ocurrió nada mejor que acudir a la policía para presentar una denuncia contra su asalariado por incumplimiento de contrato. Gran jugada, sí señor.
Así que se prevé que la historia termine con vacaciones a la sombra para dos y un posible divorcio a la vuelta de la esquina. Pero seguro que el amor entre los funcionarios durará para siempre; todo es para bien.
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