El pavo




Para no ponérselo difícil, les diré que el pavo al que me refiero es el de abajo a la izquierda (¿verdad?). Por lo visto, George W. Bush ha vuelto a demostrar sus grandes valores morales, religiosos y humanitarios, y ha indultado a un par de pavos que iban a ser sacrificados para la cena del Día de Acción de Gracias. Para que vean lo democrático que es el hombre, fue una votación directa de los ciudadanos a través de la página web de la Casa blanca la que determinó los pavos que disfrutarían de la oportunidad de "volver a nacer".
El de la foto, llamado Galleta, tal vez le recordase demasiado a aquel pretzel terrorista y seguro que ha respirado con alivio al saberse libre de la dura prueba psicologicogastronómica. Su compañero era Salsa, y ambos eran más reales que el pavo televisivo del año pasado en Irak.
Si se preguntan por la extraña forma de sujetar al pavo, les haré saber que es lo que se denomina una "sujección preventiva", ya que el pavo terrorista del año pasado tuvo la osadía de picarle (murió envenenado 3 meses después, aunque la versión oficial habla de hormonas para el crecimiento). Esta medida de precaución fue sugerida por la secretaría de Seguridad Nacional.
No estaría mal ampliar esta práctica y poder indultar por intenet a algunos de los "pájaros" que tienen en Guantánamo.
Y tengan cuidado en no lesionarse lo más mínimo delante de algún marine, no vaya a ser que, en un acto de compasión, les remate jodidamente.

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