Frío

Cuatro grados bajo cero hacen que uno se lo piense dos veces antes de salir de casa, pero como parece que este tiempo climatológico va a durar más que mi tiempo cronológico en Zaragoza, hay que aprovechar. Y he hecho unas compras, he recorrido a pie gran parte de la ciudad, saludado a viejos amigos, etc. Se mantiene la extraña sensación que les comentaba. El colmo es asomarse al patio de recreo de tu viejo colegio. Uno sabe que, a pesar de la atracción magnética que ejerce sobre nosotros, el pasado no fue tan bueno como lo queremos recordar y se pregunta por cómo verá el futuro pasado, este presente. Y es que el frío interior puede ser peor que el de fuera.

Por el plato van desfilando los manjares que prepara mi madre. Cosas imposibles de degustar en Japón: acelgas, judías verdes, jamón o conejo, que es un animal con el que juegan los niños, y comérselo les parece una atrocidad semejante a la que muchos de ustedes pueden pensar de los chinos que comen perro.

Hoy tenemos cena familiar y va a ser una buena noche. Seguro que para ustedes, también.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
me das penita bb te quelo soy tu amor platonico cuidate mucho cuando vuelves espero que sea pronto

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